martes, 27 de mayo de 2008

Moni

Preso de un sentimiento donde no encontraba escapatoria,
hubo una noche en particular donde el uruguayo Carranza
empezó a entender la palabra perpetua.

1 comentario:

la vasquita dijo...

Pobre Carranza! Cómo hacen sufrir esas perpetuas...
Buenísimo, Paio. Siempre me encantan las texturas que usás.